"Kanté es bajito, Kanté es guapo, Kanté es el único que paró a Leo Messi...", es parte de la canción que los jugadores de Francia le cantaron al centrocampista en el camino de vuelta al hotel de concentración tras ganar el Mundial.
El francés no jugó el primer encuentro ante Irlanda, pero luego no se perdió ningún minuto hasta la ansiada final, en la que Deschamps tuvo que cambiarlo sin más remedio al no estar al máximo nivel.
La culpa la tuvo, como informó 'Le Parisien', una gastroenteritis que le hizo mermar su estado físico. Aun así, el centrocampista 'blue' recorrió ocho kilómetros en menos de media hora.
Deschamps quitó a Kanté en el minuto 55 para meter a N'Zonzi con la intención de frenar el juego aéreo de una desquiciada Croacia que buscó el empate de cualquier forma.
Durante la celebración también se pudo ver a un Kanté algo más distante, y sus compañeros respondieron a él cantándolo y animándole.