Era el que menos papeletas tenía, pero finalmente el Granada jugará en Segunda División después de empatar a cero en casa ante el Espanyol. Su entrenador, Aitor Karanka, cree que fue la "presión" la que condenó al equipo.
"Tengo que dar las gracias a los jugadores por el mes que he estado aquí, a la afición por el cariño y a partir de ahí poco más. Hemos intentado hasta el final, casi lo conseguimos. Contra el Betis en el 92' estábamos salvados y dependiendo de nosotros el equipo ha notado la presión. Se lesiona Milla, después Petrovic… al final tienes un penalti para ganar y no puede ser. Por mi parte gracias. Es fútbol. Ahora hay que tirar para adelante porque la unión entre todos es para empezar ya a pasarlo cuanto antes y pensar en el futuro", dijo.
Reiteró el tema de la presión: "Sí, se ha visto desde el principio y se lo he dicho en el descanso. Hemos empezado con alguna llegada y después hemos tenido errores de hace un mes. Son esas cosas que había dicho que había que controlar pero es difícil estar ahí".
Luego pasó por sala de prensa el técnico el Espanyol, Luis Blanco, apenado por lo que le ocurrió a su rival de este domingo: "Nunca me ha habido enfrentado a una situación así. Me sabe mal por el Granada, pero me hubiera salido mal si desciende el Cádiz o el Alavés".
"Habíamos hablado de terminar el partido, abrazarnos y mirarnos a la cara. Lo logramos. Pero tenemos la sensación difícil de que han descendido unos compañeros, pero también con la gratitud de hacer un buen partido. Ahora entiendo que irán de vacaciones, y harán autocrítica, se relajarán", prosiguió.