El delantero de 18 años -cumple 19 el 21 de julio- es de nacionalidad noruega, Selección a la que representa y con la que está concentrada en Polonia disputando un Mundial Sub 20 en el que ya ha hecho historia, pero nació en Leeds, Inglaterra.
Su padre, en una de las grandes polémicas inglesas
Esta circunstancia se debe a que en Reino Unido hizo carrera su padre, Alf-Inge Haaland, que jugó más de 10 años en clubes como el Notthingham Forest, el Manchester City o el mismo Leeds, lo que le llevó a sumar más de 181 encuentros en Premier League actuando como centrocampista o lateral derecho.
Su padre también es recordado por una de las polémica más recordadas de la historia de la Premier, la que mantuvo con Roy Keane que comenzó en un encuentro en Manchester United y Leeds en 1997, cuando el irlandés se rompió el ligamento cruzado anterior en un cruce con Haland.
Cuatro años después, en un derbi de Mánchester, Keane se cobró la venganza lesionando de gravedad a Haland tras una dura entrada de la que dijo no arrepentirse años después: "Hay cosas que lamento en mi vida y esa no es una de ellas", explicó en su biografía 'The second half'.
Un futuro más que prometedor
Por ello, el joven Haland es aficionado de Leeds, club con el que él mismo ha confesado que le gustaría conquistar la Premier League, según dijo en una entrevista con 'Aftenposten', un periódico noruego: "Mi sueño es ganar la Premier con el Leeds. Además, mi objetivo también es convertirme en un futbolista mejor de lo que fue mi padre".
De hecho, los grandes equipos ingleses ya tuvieron ojeadores encima de su desarrollo. El Manchester United, por ejemplo, siguió su evolución con el Molde mientras estaba bajo las órdenes de Ole Gunnar Solskjaer, quien le hizo debutar con 15 años. En uno de esos partidos, Haland anotó cuatro tantos ante el Brann, el entonces líder de la liga, en solo 17 minutos.
Aun así, fue el RB Salzburgo quien consiguió contratarle desde Noruega el pasado mes de enero a cambio de cinco millones de euros.
Ahora, Halad ya es historia con sus nueve tantos ante Honduras y está a dos del récord histórico de goles anotados por un mismo jugador en la competición mundialista, registrado por Saviola con 11 tantos en 2001 y solo uno le separa de los diez del brasileño Adailton en 1997.