El entrenador italiano, que quitó hierro al incidente ocurrido en el terreno de juego, ya había avisado de que se había tratado de un "malentendido" y había asegurado que el meta vasco no iba a ser sancionado.
En esa línea se sucedió el día después en Londres, donde, además de esa confusión sobre el terreno de juego hubo que digerir la derrota contra el equipo de Guardiola en la tanda de penaltis.
Kepa, quien pidió disculpas después de lo acontecido, se convirtió en el blanco de las críticas por las redes sociales.
Además, voces autorizadas del mundo del fútbol inglés también arremetieron contra él por considerar que había desautorizado a su entrenador.