El rey del partido no fue Gonzalo Higuaín, que volvió a jugar en la delantera del Chelsea, sino King. La primera parte fue un capítulo diferente a lo que esperaba en la segunda, cuando el Bournemouth iba a mostrar cómo aprovechar sus ocasiones sin apenas tener la posesión del balón.
En el minuto 47 abrió el marcador el propio King, lo que obligaba al conjunto 'blue' a dar un paso adelante en busca de los tres puntos. Y ahí fue donde el Bournemouth logró sacar partido a su estilo de juego. Cuando los de Sarri apretaban, llegó el segundo.
Brooks puso el 2-0 en el 63, pero King quería seguir sumando a su cuenta particular. Marcó su doblete en el 74' y puso el Vitality Stadium patas arriba. Y el Chelsea, mientras tanto, sin saber qué hacer ante los contragolpes de su rival.
Cuando el partido se acercaba a su fin, Daniels completó la goleada para terminar de sacarle los colores a Sarri y los suyos, que apenas pudieron hacer nada en la segunda mitad. Un duro golpe para los de Stamford Bridge, que tenían la oportunidad de seguir acercándose a los puestos altos de la tabla.
Ni siquiera el factor psicológico de Higuaín fue suficiente para que el equipo mostrara su estilo característico. Mucha posesión y poco acierto de cara a puerta para un equipo que suma ya dos derrotas consecutivas en la Premier.