Al peculiar técnico del Liverpool no se le ocurrió mejor forma de animar a los suyos que entrar al vestuario diciendo que tenía buenas noticias para el equipo... cuando los jugadores se encontraban ante casi un imposible: remontarle un 3-0 al Barça de Messi y compañía.
"Klopp nos sorprende a veces. La temporada pasada, antes del partido de vuelta contra el Barça, vino y nos dijo: 'Hola chicos, tengo buenas noticias para ustedes'. El vestuario se quedó mudo y entonces siguió hablando: 'La buena noticia es que el Barcelona es un equipo que juega... y esos nos encantan. Ya lo veréis, llegaremos a la final", recuerda Mané.
Ese mensaje sirvió, según el propio delantero, para "rebajar la tensión" que había en el vestuario y fue una de las claves de la remontada: un acierto que está muy relacionado con la forma de ser de un Jürgen muy cercano con sus futbolistas.
"Es el padre del equipo y siempre ha ido todo genial entre nosotros. Le queremos... y también le tememos como a un padre. Ha logrado tener un gran espacio en mi vida y es una gran persona. Todos en el vestuario tenemos fe ciega en él", explicó.
Por último, también habló de su gran compañero en ataque: "Salah es un gran goleador, un futbolista excepcional que es capaz de todo. Cuando llegó se puso al frente de nosotros, pero es un placer evolucionar a su lado. Hablamos el mismo fútbol".