"Estaba más nervioso antes de saber si jugaba o no que a la hora de la verdad. Una vez el míster nos dio la charla y dice el once y estoy entre los once elegidos para jugar es cuando se me quita un poco la tensión que tenía encima. Ahí ya me tranquilicé y fue todo mucho mejor", explicó en una entrevista en la televisión oficial del Levante.
"Los primeros diez minutos fueron los que peor se pasan. La primera pelota que bloco, caigo al suelo con ella y te quedas mucho más tranquilo. La primera sensación marca mucho", agregó.
Koke, que este mes cumplirá 21 años y debutó con el Levante ante la ausencia de Alex Remiro, concentrado con la selección española sub 21, y Raúl Fernández, recién recuperado de una lesión en el glúteo de la pierna derecha, agradeció todas las felicitaciones que había recibido tras el encuentro ante el Nàstic.
"Después del partido tuve mucho más trabajo que durante el partido. Recibí muchas felicitaciones y es lo bonito del fútbol. El fútbol te priva de muchas cosas pero días como el de ayer a nivel individual recompensan todo eso", argumentó.
Koke también explicó la jugada del gol del Nàstic, que supuso el empate definitivo, en la que el portero del Levante no pudo evitar el tanto rival a pesar de alcanzar y tocar la pelota.
"Cuando estoy arriba y la toco, creo que la saco pero cuando caigo y me doy cuenta de que no? me dio un coraje enorme. Aparte de que iba bien pegada, no la veo salir bien porque se pone uno de ellos al lado de la barrera nuestra y hasta que no pasa por encima no la veo y es el 'minisegundo' que me falta para llegar con más facilidad", finalizó.