Corría el minuto 54 del Roma-Bologna cuando El Shaarawy, entrado al campo al descanso en lugar de Cristante, fue derribado en el área. Entre Danilo y Helander hicieron un sandwich al egipcio y éste cayó en el área.
El encargado de convertir la pena máxima fue Aleksandar Kolarov, un futbolista que está en el punto de mira de no pocos aficionados de la Roma por su pasado, pero sobre todo por su último enganchón con los ultras.
18 de febrero de 2019
Se encaró con ellos tras caer la Roma humillada con la Fiorentina, y éstos llegaron a hacer pintadas en su casa, llamándole 'croata', algo que podría hasta ser ofensivo teniendo en cuenta que es serbio.
El divorcio fue total en el pasado encuentro contra el Chievo, cuando los ultras se tomaron a ofensa su reverencia a la grada tras marcar. En el siguente partido, ante el Oporto en Champions, desplegaron una pancarta en la que le llamaban "bastardo".
13 de febrero de 2019
Quizá por eso Kolarov, tras marcar al Bologna, directamente pasase de mirar a la grada. ¿Para qué? Marcó, se dio la vuelta, buscó a Dzeko, y con el bosnio se fundió en un abrazo. Y él, a lo suyo, y que le sigan odiando.
18 de febrero de 2019