El Chelsea insistió y persistió hasta el 31 de agosto, pero se quedó con las ganas de poder reforzar su defensa con un central que promete ser uno de los mejores en su puesto dentro de pocos años. Jules Koundé se quedó en el Sevilla, que rechazó cualquier oferta económica por él.
El cuadro hispalense fue tajante con los 'blues', a los que les exigió la cláusula de rescisión de 80 millones de euros, y declinó toda propuesta. 50 'kilos' fue el tope de los londinenses, que no quisieron superar dicha cifra y apartarse de una disputa imposible.
Después de todo, la figura del galo quedó en entredicho. O mejor dicho, su compromiso. Pareció que quería salir y que quedarse en la capital de Andalucía no estaba dentro de sus expectativas, idea que hizo esfumar este domingo, tras el partido contra la Real Sociedad.
El internacional por Francia dio la cara después del empate contra los donostiarras, gesto que evidenció sus ganas de seguir dando el máximo en su actual club. Además, fue autocrítico con sus palabras.
"Hemos tirado la primera parte a la basura, porque no hemos hecho nada bien, ni sumar pases, ni salir de la presión... En la segunda parte nos fue un poco mejor aunque sin tener muchas oportunidades de gol. Nos vamos decepcionados porque no hemos jugado bien", explicó el zaguero.
Gran noticia para Julen Lopetegui, que tiene en él a un jugador diferencial en la zona de atrás, con una gran salida de balón y una personalidad que le hace destacar cada vez que salta al verde.