Es tradicional que, tras conquistar un título, los futbolistas del Bayern celebren en el propio terreno de juego del estadio el éxito con cantidades casi industriales de cerveza.
Los vasos de un litro con la mencionada bebida son todo un clásico sobre el césped, así como las duchas con la misma a compañeros... ¡y técnicos!
De ello puede dar buena cuenta Niko Kovac, que tras alzar su primera Bundesliga como entrenador acabó empapado en cerveza después de que Arjen Robben vertiera sobre su cabeza uno de los vasos gigantes de cerveza presentes en la celebración.
18 de mayo de 2019