De estrella agonizante a supernova. Alemania demostró otra vez de tantas que tiene algo especial, una especie de aura que la convierte en inmortal. Cuando ella juega hay una atmósfera extraña. Sobrevuela el campo una corriente invisible que utilizan para volar cuando la presión les empuja hacia el suelo.
Es lo que tienen las grandes. Es el peso de las cuatro estrellas que coronan el águila que guarda el escudo 'mannschaft'. Se vio fuera del Mundial más de 94 minutos, pero al 95 llegó lo que tenía que llegar.
El astro que agonizaba con cada vez menos fuerza explotó de golpe. Lo hizo gracias a Kroos, un Kroos tan héroe como villano que fue el causante del gol de Suecia, propiciado por un error suyo en el centro del campo. Pero al igual que Alemania tiene algo especial, su referente también lo tiene.
Asedio infinito
Alemania no quería que su estrella acaparara las portadas de todo el mundo por una explosión histórica en el último minuto. Los de Löw salieron dispuestos a ganar desde el primer minuto. Comandados por Reus y Werner en ataque y sin el señalado Özil, la 'mannschaft' mostró lo que se busca ver de ella.
Suecia no dio opciones. Se sintió relativamente cómoda sufriendo el asedio alemán, pero lo hizo porque a Müller, Draxler y compañía les faltó esa pizca de suerte que separa los fallos de los goles. Una benevolencia de centrímetros evitó la goleada en los primeros minutos.
Sorpresa y reacción histórica
Replegada por completo, Suecia le sacó todo el jugo que pudo a las contras y de una de ellas llegó el gol de Toivonen. El sueco se plantó en el área a causa de un error de Kroos en el centro del campo que propició una transición relámpago y dejó a Alemania más hundida que tocada buscando el gol antes del descanso sin fortuna.
Löw acertó en su lectura de partido desde el vestuario. Hasta ahí, Reus y Werner estaban siendo los mejores, y dio entrada a Mario Gómez para aprovechar ese desborde. La presencia del delantero 'tanque' liberó a Werner, que se convirtió en dueño y señor de la banda izquierda, desde donde nació el tanto del empate, obra de Reus, y en el que también intervino Gómez.
El 1-1 se colocó en el marcado al incio de la segunda mitad, pero siguió faltando esa suerte que provocó que los 'uy' no se convirtieran en algo más. Un inagotable Reus siguió buscando ser el héroe nacional, pero el físico le falló conforme llegaba el agónico final.
Boateng mató las esperanzas, pero Kroos las revivió
A falta de 10 minutos, cuando Alemania más necesitaba el empujón, Boateng vio su segunda amarilla y dejó a Alemania al borde de la eliminación, ya que el empate era casi una despedida de Rusia. Suecia, con uno más, se animó a cruzar el campo, algo que no hizo casi en la segunda mitad, para tratar de sentenciar y calmar a la bestia que estaba despertando.
Pero llegó lo que tenía que llegar, y lo hizo de una forma soberbia. Brandt estrelló el balón al palo con un misilazo en el 92' y todo quedó en las botas de Kroos. El centrocampista del Real Madrid, con la ayuda de Reus, puso el balón en la escuadra en un libre indirecto que se grabará para siempre en las retinas de quienes lo vieron. Fue el desempate y llegó a segundos de cumplirse los 95 minutos. Ahora, con la fuerza de una supernova, Alemania depende de sí misma para llegar a octavos. Corea del Sur se puede ir preparando...