El 17 de octubre fue un día redonde para Kruse. Pero quizá gastó toda su buena suerte en el casino. Tras anotar un hat trick en la Bundesliga, ante el Hoffenheim, en un partido que terminó ganando 4-2, se marchó a celebrarlo al casino, logrando ganar la nada despreciable cifra de 75.000€ jugando al poker. Ganó una partida de Texas Hold'em de las World Series of Poker Europe y se embolsó tamaña cantidad de dinero.
Sin embargo, el karma le tenía guardada una sorpresa. De vuelta a casa, se olvidó el dinero en el taxi. Y nunca más se supo de ello. Kruse advirtió a la policía, pero no fueron capaces de encontrar el dinero. ¿Se lo quedaría el taxista a modo de propina? ¿Lo encontró el siguiente cliente? Nunca lo sabremos.
Una pérdida que a cualquiera nos arruinaría el año, a Kruse, como buen futbolista profesional, no le debió afectar demasiado, ya que se presentó al entrenamiento del día siguiente como si tal cosa. Si sus compañeros no sabían nada porque no lo contó, ahora a buen seguro que le tomarán el pelo, y con razón.