Estos dos fichajes japoneses son los más mediáticos, pero suponen solo la punta del iceberg de una manera de proceder en este milenio. De hecho, el propio Madrid ha conseguido algo histórico: tener a jugadores de los cinco continentes.
Apurando, justo apenas pisando el año 2000, Christian Karembeu se convirtió en el primer y único jugador oceánico en defender la camiseta blanca. Sumaba sus internacionalidades con Francia, pero nació en Nueva Caledonia. Es más, su opinión se ha convertido en un referente político, como quedó demostrado en el reciente referéndum sobre la independencia de Francia.
Es la única nacionalidad que no ha tenido el Barça en su historia, aunque a cambio cuenta con 49 academias repartidas por los cinco continentes. No solo para expandir la marca, sino esperando que en el futuro algún talento exótico destaque y pueda integrarse a su estructura deportivo.
El fútbol ha crecido y mejorado, los nuevos 'cracks' ya nacen hasta en los países menos esperados. Pero nadie esconde que estar en determinados países es fundamental para expandir la marca y aprovechar económicamente nuevos mercados.
Un buen triángulo blanco
Ahí queda el Real Madrid de la temporada 14-15, en la que Florentino Pérez apostó por Keylor Navas, James Rodríguez y Chicharito Hernández. Costa Rica, Colombia y México, un triángulo latinoamericano que empezó a dar más presencia al equipo blanco en ese área. Incluso al presidente blanco le costó acusaciones de haberlo hecho para favorecer sus intereses empresariales en esa zona.
El Barcelona, por su parte, está muy volcado con Asia en las últimas campañas. Allí se está marchando a hacer giras, ahí ha buscado sus últimos patrocinadores, Qatar Fundation y Rakuten. De allí viene también Abe, que se ha convertirdo en la alternativa a la repesca frustrada de Kubo, quien ya estuvo en la cantera.
Aunque el mercado sudamericano ha sido la gran apuesta de los últimos años. Alexis Sánchez, Neymar, Luis Suárez, Paulinho, Arthur, Dani Alves, Claudio Bravo, Coutinho... la lista es larguísima y confirma el nuevo caladero.
Aunque nada como los fichajes de Yerry Mina o Murillo, especialmente el primero, para radiografiar lo que supone el fenómeno de abrir mercados futbolísticos. Porque supuso el primer 'cafetero' en vestir la elástica azulgrana.
Justo en pleno auge del seguimiento al fútbol en Sudamérica. No por la tradición, que ya la había, sino sobre todo por el mayor acceso a internet y la televisión, que ha disparado el seguimiento de los 'cracks' nativos en la grandes ligas.
Kubo y Abe, el último gran paso
Los dos nipones son el último gran paso adelante de los dos grandes. Con Wu Lei, el Espanyol ya ha experimentado lo que supone abrir un nuevo mercado. En un principio, tanto Kubo como Abe jugarán en los filiales, pero la idea es que se fogueen para ser miembros del primer equipo el día de mañana.
Sucede que Japón es el único país donde LaLiga como producto comercial vende mucho más que la Premier, algo muy complicado de encontrar en otros territorios. Así que más allá del talento de los jugadores, no es casualidad que los dos más ricos de España hayan buceado en ese mercado.
El fútbol y la mercadotecnica van de la mano. No solo a base de goles o paradas puede ser un jugador determinante para una entidad como la de madridistas y azulgranas.