El Paris Saint-Germain debe pagar a Kylian Mbappé los 55 millones de euros en sueldos y primas atrasados que aún debe a su ex jugador. O al menos, eso es lo que decidió la comisión jurídica de la Liga de Fútbol Profesional Francesa (LFP), pero el club francés se niega a acatarlo. La entidad no abonará esa cantidad al punta y adelantó que "está encantado de presentar todos los hechos en los próximos meses y años" ante los tribunales.
Así reaccionó la entidad parisina en un comunicado enviado a 'EFE' poco después de que la Liga de Fútbol Profesional francesa (LFP) validase la demanda de Mbappé, que reclama los salarios de los meses de abril mayo y junio de 2024 así como la parte de la prima de firma, que debía hacerse efectiva el 29 de febrero pasado.
Esa fue la respuesta oficial a una decisión que llegaba después de que la comisión, que constata "la ausencia de un proceso de conciliación", instase el miércoles a que ambas partes negociaran un acuerdo bajo mediación, algo que rechazaron los representantes legales del futbolista.
El 8 de agosto, Mbappé comunicó su reclamación a la comisión jurídica de la LFP amparándose en un artículo de la Carta de Fútbol Profesional que estipula que los clubes deben pagar a los jugadores, como más tarde, el último día de cada mes. Esa comisión jurídica es competente, cuando constata un impago a un jugador por un club francés, para prohibirle cualquier nuevo fichaje hasta que regularice la situación.
El 13 de agosto, la nueva estrella del Real Madrid envió un correo a la Federación Francesa de Fútbol para que informara del contencioso a la UEFA, que es la instancia de referencia en Europa. La misiva iba dirigida, en concreto, a la comisión de la UEFA encargada de atribuir la licencia a los clubes que disputan competiciones europeas, como la Liga de Campeones, y también de verificar que han respetado las reglas financieras; en particular, si están al día de los pagos.