La última temporada de Cesc Fábregas en el fútbol profesional está siendo una sucesión de decepciones para el jugador, que llegó el pasado mercado de fichajes con mucha ilusión al Como, equipo de la Serie B.
Desde que llegó al club este verano, el conjunto italiano no ha conseguido seis puntos de 27 posibles, lo que le llevó a ocupar la penúltima plaza de la clasificación, en zona de descenso a la tercera categoría.
El futbolista catalán fichó con la esperanza de vivir un adiós al fútbol por todo lo alto. De hecho, en su presentación afirmó qué esperaba de este curso: "Quiero divertirme, terminar con buenas sensaciones".
En una campaña con más sombras que luces, el centrocampista completó un total de seis encuentros oficiales en la segunda división italiana, donde ha podido repartir tan solo una asistencia.