En Vigo, el conjunto blanco se mostró superior en la primera parte, tanto en el marcador como en la posesión. Sin embargo, ese aspecto cambió desde el minuto 46, ya que el Celta salió enchufado.
En la segunda parte, el Real Madrid no tuvo más posesión que el Celta en ningún momento. 'Marca' separó por franjas de cinco minutos la segunda mitad y ni aun así. El cuadro 'merengue' fue inferior a su rival y Zidane no supo reaccionar desde el banquillo.
El conjunto blanco contó con ventaja en el marcador. Por otro lado encadenó numerosas pérdidas, no controló el tiempo y no tuvo la posesión del balón, tal y como pedía el encuentro por el resultado.
Zinedine Zidane veía cómo sus jugadores perdían el norte y, aun así, tardó media hora en realizar el primer cambio. Quitó a Modric para meter a Lucas Vázquez en el 73' y, al minuto, introdujo a Kovacic en el campo por Isco.
La poca capacidad de reacción del francés provoca que se convierta en su asignatura pendiente. Y es que en sólo seis partidos de 29 hizo algún cambio antes del minuto 70. En el resto dejó que el tiempo marcase el devenir del choque.