Bélgica inició el Mundial con una goleada (3-0) ante Panamá que se gestó en la segunda mitad. Antes, los hombres de Roberto Martínez chocaron con la defensa panameña y no llegaron a conectar con sus estrellas.
Lukaku, entre ellas. El delantero apenas pudo apilar una ocasión y Hazard, capitán de los belgas, habló con él al descanso para cambiar la dinámica del encuentro. "Le dije que le necesitábamos. Había estado un poco escondido en el área", afirmó Hazard a los medios.
El futbolista del Chelsea incidió en que no fue "fácil jugar con un hombre desaparecido". La regañina surtió efecto en Lukaku, que una vez se reanudó el encuentro fue capaz de liderar a Bélgica hasta el triunfo.
"Una vez que se implicó en el partido fue mágico, marcó dos goles. Espero que lo haya entendido", contó Hazard, que no consiguió mojar en el estreno de su país, llamado a alcanzar cotas altas en Rusia.
Hace cuatro años, la buena generación belga llegó a plantarse en cuartos de final. Allí se encontró con la Argentina de Messi, que dio un paso más en su camino hacia la final.