El primer tiempo del Brasil-Argentina dejó pocos amigos sobre el césped del Mineirao, más bien todo lo contrario, y toda la tensión vivida bajo los focos se percibió también de camino a vestuarios.
Según 'Olé', el más caliente de todos fue Guido Pizarro. El ex jugador del Sevilla, que ya había cruzado palabras con el banquillo de la 'Canarinha' durante los primeros 45 minutos, tuvo que ser tranquilizado tras el pitido del colegiado.
Todo comenzó tras una dura entrada de Casemiro sobre Messi y las diferentes percepciones de la jugada que tuvieron ambos países. Mientras los locales protestaban la señalización de la falta, el plantel de la 'Albiceleste', liderado por Scaloni, Aimar y Samuel, reclamaban algo más por la acción.
En palabras de fuentes consultadas por el diario argentino, en el túnel de vestuarios hubo "empujones por todos lados y manotazos", siendo necesaria la intervención de la seguridad del estadio.
Ya en la segunda mitad, el estado de alarma decretado en el entretiempo subió, implicando a otros futbolistas. Jugadores como Paredes o Coutinho, que ya se las vieron en la primera mitad, acompañaron a Lautaro o Firmino, protagonistas de diferentes lances.
Todo un reflejo del 'Superclásico de las Américas', un choque de titanes que tuvo a Brasil como gran vencedor de la noche y, por lo tanto, como finalista de la Copa América 2019.