Era el partido más desequilibrado de la segunda ronda de la Copa del Rey. El Escobedo representó la ilusión y la resistencia de los equipos de Tercera División, pero nada pudo hacer ante un Sevilla efectivo y efectista.
Le sirvió el encuentro al Sevilla para reencontrar sensaciones en ataque. De un lado, De Jong, que ha marrado ocasiones clarísimas en la temporada, reaccionó bien a un rechace para marcar el 0-1.
El Escobedo lo intentó en un partido accidentado. Hasta en tres ocasiones se tuvo que parar el choque en la primera mitad. Pero ello no frenó el ritmo de un Sevilla que percutió una y otra vez por la banda derecha.
Se notó la diferencia de calidad en el segundo tanto del Sevilla. Centró Navas por la derecha, no fue capaz de atajar el balón Rafa y le dejó el balón muerto a Nolito, que llegó desde atrás para marcar el 0-2.
La segunda parte permitió al Escobedo acercarse al área de Bono. Pese a ello, en un intercambio de golpes, fue el Sevilla el que terminó de sentenciar el partido. Centró Nolito, quiso prolongar de cabeza Ocampos pero, en vez de encontrar a De Jong, se encontró directamente con la red de la portería de Rafa.
El Sevilla no quiso sorpresas en el partido. Con el viento a favor, Lopetegui pudo rotar a alguno de los jugadores más importantes en ataque y pudo ver a algunos de los suplentes sevillistas.
No dejó de intentarlo el Escobedo, que se estrelló con la madera en el disparo de Pepín. Pese a ello, el Sevilla pudo respirar tranquilo e incluso ampliar la diferencia con un balón suelto del 'Mudo' Vázquez.
Justo cuando el partido estaba a punto de acabar, en el último suspiro del Escobedo, Óliver Torres quiso sumarse a la fiesta sevillista para firmar el 0-5 definitivo.