Poco después de cumplirse el primer cuarto de hora de encuentro, André Onana se ofuscó y, en lugar de rifar el balón con un despeje, le regaló el tanto a Mohammed Osman.
El guardameta del Ajax no quiso despejar el balón y buscó una combinación imposible, dándoselo al delantero del Heracles que no desaprovechó el caramelo local.
A pocos días de medirse al Real Madrid, André Onana sembró el pánico en Ámsterdam de cara a la ida de los octavos de final de la Champions League.