Uno fue bautizado como el 'nuevo Pelé', el mismo que años más tarde abandonó el Madrid para fichar por el City para "ser Balón de Oro". El otro, después de buenos años en el Atleti, aterrizó en el Camp Nou dispuesto a marcar las diferencias. Lo que le acabaron señalando, no obstante, fue la puerta de salida.
Hablamos de Robinho y Arda, dos 'juguetes rotos' del fútbol. Llamados a marcar época, los dos se encargaron por su propia cuenta de dinamitar sus respectivas carreras. Tanto talento desperdiciado, qué pena. Ahora, en el ocaso de sus carreras, brasileño y turco unirán sus fuerzas en el Istanbul Basaksehir.
El líder del campeonato turco anunció por sorpresa el fichaje de Robinho, que esta temporada acumula ocho goles en 16 encuentros. Cifras a destacar teniendo en cuenta que, desde que salió del Milan, su fútbol pasó a ser un recuerdo más que una realidad. Santos, Guangzhou y Atlético Mineiro le vieron pasar sin pena ni gloria antes de llegar a tierras otomanas.
Lo hizo con una condena -que aún no es firme- de violación a cuestas. Nueve años de cárcel le cayeron al brasileño, que sin embargo jamás estuvo entre rejas. Los hechos ocurrieron en Italia y sus abogados movieron todos los hilos posibles para evitar su paso por la cárcel. La disparidad de leyes entre su país de origen e Italia hacen que la condena se 'olvidara'. "Estamos ante una condena que no es definitiva y caben recursos. El sistema italiano es lento y pasarán algunos años hasta que todo sea resuelto", dijo en su momento un experto en la materia como Dorival Guimaraes.
Sea como fuere, Atlético Mineiro decidió no ampliar el contrato del otrora 'crack' de la 'Canarinha'. En términos parecidos se estableció el tramo final de la carrera de Arda Turan, al que el Barça se quitó de encima tras pasar meses en el absoluto ostracismo. De ahí a Turquía, donde corroboró su declive.
Le cayeron 16 partidos de sanción por insultar, amenazar y empujar a un árbitro. Se volvió loco Arda, al que meses más tarde imputaron por lesiones y tenencia ilícita de armas. Le pegó a un conocido cantante e incluso la Fiscalía de Estambul ordenó investigar presuntos vínculos del jugador con una organización acusada del fallido golpe de Estado en Turquía en julio de 2016.
Arda, quien regresó a los terrenos de juego hace poco más de dos meses tras cumplir su sanción, será el encargado de nutrir de balones a Robinho. Una dupla con demasiados asuntos oscuros a cuestas. Todo puede ocurrir a partir de ahora en el Istanbul Basaksehir, la nueva casa de los líos del fútbol mundial.