Después de ver aplazado su duelo liguero ante el Sevilla por todo el lío de los jugadores cedidos a las selecciones de la CONMEBOL, el Barcelona tiene sus cinco sentidos puestos en su debut en esta Champions League 2021-22 frente al Bayern de Múnich.
Aunque no es favorito como sí lo era otrora, la máxima competición continental se presenta en el Camp Nou como una prueba de fuego para evaluar el verdadero nivel del conjunto dirigido por Ronald Koeman.
De cara al duelo frente al conjunto alemán, salvo sorpresa o desgracia en forma de lesión, Marc-André ter Stegen será el encargado de defender la meta azulgrana en una competición que apuntaba a fetiche para el meta en su primer curso como 'culé', pero la historia ha ido cambiando con los años.
Ter Stegen llegó al Barça en el verano de 2014 y su primera experiencia con la Champions no pudo ser mejor. Aquel curso 2014-15, Claudio Bravo era el portero de la Liga para Luis Enrique, por lo que las oportunidades bajo palos para el germano llegaban en la Liga de Campeones (y también en la Copa del Rey).
En aquella Champions, Ter Stegen rindió a un nivel espectacular, dejó partidos para el recuerdo (como sus grandes actuaciones ante Manchester City y Bayern de Múnich) y levantó la ansiada 'Orejona' al primer intento. Un inicio soñado que ha desembocado en pesadilla en los últimos tiempos.
Desde la final de Berlín en 2015, el meta alemán, fijo bajo palos, no ha parado de sumar reveses junto a sus compañeros. Pese a no ser responsable directo, Ter Stegen estuvo presente en las grandes tragedias que el club azulgrana sufrió en las recientes ediciones ante equipos como Juventus, Liverpool, Bayern o PSG.
Unos malos tragos que el portero tratará de olvidar junto a sus compañeros, que saben que ahora la exigencia en estos terrenos continentales no es la de ganar, sino ser competitivo para empezar a cicatrizar las heridas del pasado más cercano.