Aún no ha pasado la grave crisis del coronavirus y todo el mundo del fútbol empieza a pensar en un futuro que, por desgracia, aún parece muy lejano.
Independientemente del tiempo que haya que esperar para derrotar a la enfermedad, ya se avista una gran disputa por el calendario. Habrá que hacer mil y un retoques y las decisiones seguro que no gustan a todo el mundo.
'La Gazzetta dello Sport' desveló en una información lo que ya se había adelantado en primicia, que la Champions y la Europa League podrían jugarse en fin se semana.
Es una opción que no agrada demasiado a los clubes, fundamentalmente a los que no juegan competición europea, que perderían visibilidad, ni tampoco a las grandes ligas, que miran por su propio benefico. O, en este caso, por minimizar pérdidas.
Pero la UEFA manda y en estos momentos es una posibilidad real. Quien más pegas pondría a esta medida es la Serie A. El 'Calcio' tuvo que aplazar más partidos que cualquier otro campeonato porque fue donde antes empezó el coronavirus en Europa y necesita también los fines de semana para terminar el campeonato.
Hay que recordar que la final de la Champions se ha movido al 27 de junio y que, aunque no se ha anunciado nada más, es posible que se celebre a modo de 'final four', por lo que habría que reservar también el jueves y el viernes para los choques de semifinales.
El hecho de que la UEFA seleccionara el 24, miércoles, como día para la final de la Europa League evita pensar que finalmente se tome esta decisión, aunque las circunstancias son tan extrañas y únicas que todo podría pasar. ¿Una semana entera para disputar dos 'final four'? Pues podría ser.
De momento, lo que sí es seguro es que se tendrán que jugarse aún cuatro partidos de Champions cuando escampe, el Juventus-Olympique de Lyon, el Manchester City-Real Madrid, el Barcelona-Nápoles y el Bayern-Chelsea.
Está por confirmarse si los encuentros de cuartos de final tendrán lugar o no a partido único, pero, al no haber anunciado nada, parece que la idea de la UEFA, de cara a mantener ingresos, es la de que todo siga su curso normal, aunque sea sin público.
En ese caso, cuando por fin Europa logre atar en corto a esta grave enfermedad, se avecina una gran disputa entre UEFA, clubes y ligas por el calendario. Y es que la economía aprieta y nadie va a querer renunciar a nada en estos tiempos tan duros.