Partido, no. Partidazo el que se vivió en Anfield en la segunda jornada de Champions. Cuando todos pensaban que el RB Salzburgo había sucumbido con un 3-0 al descanso, resurgió de sus cenizas.
Y mucho tuvo que ver con su entrenador, Jesse Marsch. El técnico les lanzó una bronca monumental en el descanso, pidiendo más compromiso y ganas ante los rivales.
"¡Esto no es un pu** amistoso! Sed más despiadados con Van Dijk, jugamos con demasiado respeto", le espetó Marsch a sus jugadores entre otras lindezas.
4 de octubre de 2019