Pero el fútbol siempre brinda segundas oportunidades. El Liverpool, que no pudo levantar la Liga de Campeones la campaña anterior, tiene ante sí la posibilidad de redimirse con la final de este fin de semana. También Van Dijk.
Y el neerlandés no tuvo problemas en reconocer lo que sufrió tras el partido en Kiev. Una experiencia que desea que sea clave para que juegue a su favor frente al Tottenham.
"El año pasado fue un momento difícil. En el vestuario todos estaban abatidos, fue muy duro", dijo Van Dijk en la entrevista recogida por 'AS TV'.
"Llegamos a casa, no podíamos dormir y tuve que informar a la Selección Holandesa dos días más tarde. Tal vez fue eso una buena decisión porque mi cabeza estaba en un lugar diferente", reconoció.
"Fue difícil, pero aprendimos mucho, algo que esperamos poder usar este sábado", sentenció Van Dijk, que este año fue premiado como mejor jugador de la temporada de la Premier League.