El jugador manchego, ya de vacaciones e intentando aportar una visión más fría, compartió su mal rato tras haber caído en los octavos de final de la gran cita.
"Estaba convencido de que podíamos hacer un gran papel en Moscú. Teníamos muchas expectativas puestas, una gran selección, buenos jugadores, pero desde el inicio todo costó mucho, mucho, y nuestro equipo cree en la necesidad de jugar bien para que te salgan las cosas", comentó.
Para Iniesta, "fue una pena porque cuando estás fuera de la Copa, te queda mucho tiempo para pensar, le das muchas vueltas a las cosas y te das cuenta de que esta era una oportunidad única y que por una cosa u otra pues ha pasado y ya no volverá. Así que me queda un sabor agridulce".
Eso sí, no quiso que el reproche fuera la sensación final que quede de su análisis postMundial: "Tienes el consuelo de haberlo intentado todo, de haber hecho lo posible, sin nada que reprocharte, aunque siempre permanece la decepción general, la de la gente, la del momento perdido, la de una posible final no alcanzada e imaginada en Moscú".
Por ello, el nuevo jugador del Vissel Kobe solo quiere imaginar un futuro de nuevo feliz para 'la Roja', en la que augura buenos éxitos para el nuevo seleccionador.
"Tengo el deseo de que ojalá pronto podamos volver a estar en lo más alto como selección. Lo más importante es reencontrar la ruta adecuada, intentarlo otra vez, y estoy convencido de que con Luis Enrique el equipo va a tener un papel importante. Le deseo toda la suerte del mundo para que se vuelva a dar lo mejor para nuestra selección", escribió.
Sobre sus recuerdos de las finales, cómo no, por encima de todos destacó la particular sensación con la que recuerda su gol en Johannesburgo para dar a España su primer Mundial: "Me supuso un chute de adrenalina que todavía me dura".