Pasó por completo desapercibido por París y Barcelona. No estuvo a la altura del desafío que suponían ambos equipos, y acabó recalando en el Everton, donde, para sorpresa de muchos, se ha consagrado como un lateral de garantías.
Es uno de los jugadores claves de este Everton de Ancelotti. No se está llevando el protagonismo de James, pero sin su buen hacer no se entiende gran parte de lo que es el equipo de moda en Inglaterra.
Defiende y ataca con igual eficiencia, lo que le ha valido ser vital para Marco Silva o Ancelotti, los dos entrenadores que ha tenido como 'toffee'.
Y eso le ha llevado a ser también un fijo en las convocatorias de Deschamps para Francia. Fichar por el Everton le ha cambiado la vida, y prueba de ello es que ahora brilla al nivel que antaño prometía y que nunca pudo alcanzar en PSG o Barça.