El Liverpool se llevó la final de la EFL Cup hace unos días en un partido ante el Chelsea que llegó a la tanda de penaltis. Fue agónica y casi interminable, tanto que incluso tuvieron que disparar los porteros.
Al joven Kelleher le cayó la responsabilidad de defender la meta en una cita tan importante y, además, la de lanzar desde los once metros. El jugador acertó tanto en dejar su portería a cero como en marcar a su homólogo Kepa Arrizabalaga.
Fue el español el que no pudo acertar delante de un Kelleher que convenció a Klopp para jugar el choque por el título. El entrenador del Liverpool dijo tras el encuentro en 'Sky Sports' que ganó su parte más humana.
Porque no hubiera sido extraño poner al guardameta titular en la final mientras que el suplente pasa por todas las fases anteriores, de hecho, se ha visto muchas veces. Pero Klopp habló de justicia.
"El fútbol profesional tiene que haber hueco para los sentimientos. Es un chico joven que ha jugado todo el torneo. Soy un entrenador profesional, pero también un ser humano", explicó.
Klopp expresó entonces que dejó que ganara su parte humana porque "se merecía jugar".Y le salió muy bien. Kelleher fue protagonista y alzaron la copa.