La elevada altitud, un reto para Antonio Valencia

Para alcanzar ritmo y lograr adaptarse a los efectos de la altitud de los 2.850 metros sobre el nivel del mar, el centrocampista trabaja a gran ritmo, como si se aprestara a debutar en forma profesional, pues es consciente de que no hay regalos gratuitos y que la titularidad sólo le llegará fruto del esfuerzo.

De las entrañas de la región amazónica ecuatoriana con el club formativo Caribe Júnior, con cara de niño y alma de hombre, según la canción de Jerry Rivera, Valencia llega a Quito en busca de una nueva oportunidad en los últimos años de carrera.

Natural de la provincia de Sucumbíos, donde nació en 1985, el lateral derecho dio sus primeros pasos en el fútbol profesional ecuatoriano en el también quiteño El Nacional, donde jugó entre 2001 y 2005, partiendo desde las divisiones menores.

A diferencia de otros clubes locales que le cerraron las puertas, en El Nacional su aparente fragilidad no fue entonces un obstáculo e hizo del complejo deportivo de Tumbaco (al este de Quito) su centro de inspiración y progreso hasta alcanzar la titularidad. En el campeonato ecuatoriano jugó por primera vez a los 17 años.

Emblemático de Ecuador, Valencia abandonó el país en 2005 con destino al Villarreal de la Liga española, donde recaló apenas un año para pasar en la misma temporada al Recreativo de Huelva.

Las tres siguientes las haría en el Wigan Athletic británico, donde llamó la atención de los grandes clubes europeos hasta que en 2009 se decidió su pase a Old Trafford.

Su vínculo al Manchester United se dio justo cuando dejaba ese equipo el astro portugués Cristiano Ronaldo, y aunque sin llegar a tener su nivel ni mucho menos, también Valencia disfrutó y otorgó grandes satisfacciones a los seguidores del cuadro inglés.

Fruto de su buen comportamiento, gran rendimiento y buenas relaciones con una plantilla llena de estrellas, el ecuatoriano llevó la cinta de capitán de los "red devils" por varios años.

Con la Selección Ecuatoriana debutó con dos fantásticos goles en marzo de 2005, que valieron para remontar por 5-2 sobre Paraguay, por las eliminatorias del Mundial de Alemania 2006.

Ese año, Valencia compitió por el premio "al Mejor Jugador Joven del Mundial de Alemania", siendo una de las figuras y titular con Ecuador durante la primera fase.

"El tren amazónico", como también le dicen al centrocampista, repitió participación mundialista en 2014 en Brasil y disputó con la absoluta ecuatoriana varias Copas América, sin demasiado éxito.

El declive comenzó hacia finales de 2018, cuando las lesiones le pasaron factura y comenzó a perder la capitanía en el Manchester United y también la titularidad.

Sin garantías de volver a la más alta competición del fútbol europeo, el viernes Valencia anunció que se sumaba al Liga de Quito para las dos próximas temporadas, convirtiéndose así en uno de los más destacados refuerzos para lo que resta del campeonato ecuatoriano.

Esteban Paz, directivo y principal vocero del club, destacó que el interés por 'Toño', otro de sus apodos cariñosos, viene desde comienzos de año y que su presencia irá más allá de lo futbolístico.

Aseguró que será un gran aporte para el campeón de Ecuador una vez que recupere su nivel físico y futbolístico, dados los pocos minutos con los que contó durante la temporada pasada.

Superar lesiones, acostumbrarse a la altura y recuperar ritmo son pues los tres obstáculos que Valencia tiene que superar antes de saltar al terreno de juego de Liga, que aspira con él a regresar a sus mayores días de gloria entre 2008 y 2010, cuando ganó la Copa Libertadores, la Sudamericana, y dos veces la Recopa continental.