El Ajax pudo haber cerrado la primera vuelta con un pleno de victorias que le hubiese dado la tranquilidad de cara a las tres últimas jornadas, pero dejó los deberes para otro momento.
La actitud de los de Frank Lampard no fue muy distinta a la de los locales. Ambos equipos estuvieron a punto de cosechar un empate que hubiese beneficiado al Valencia y al Lille.
El protagonista del encuentro fue el centro del campo. La batalla del partido se disputó en la medular, aunque ninguno de los dos conjuntos consiguió ganarla. La del gol fue una de las pocas jugadas trenzadas que se vieron sobre el césped.
Las ocasiones de peligro llegaron desde la frontal del área, desde donde ambos se perdonaron la vida. Algunos disparos se marcharon desviados y, los que fueron a puerta, se encontraron con el buen hacer de André Onana y Kepa.
El Ajax pudo adelantarse a balón parado, pero el remate de Edson Álvarez se estrelló en la madera. El empate parecía cerca de consolidarse, ya que ninguno de los jugadores que salieron desde el inicio tuvieron fortuna de cara al gol.
Los futbolistas de Erik Ten Hag mostraron más ímpetu que los 'blues', sobre todo, después de que el VAR anulase el tanto de Promes por un fuera de juego de cinco centrímetros, pero el afán por conseguir los tres puntos se desvaneció con el paso del tiempo.
Con el empate anclado al electrónico, Frank Lampard introdujo a Batshuayi al terreno de juego y, aunque tuvo que desperdiciar varias oportunidades para anotar el gol de la victoria, consiguió hacerlo en los últimos minutos del encuentro.
Christian Pulisic envió el balón al área desde la izquierda y el delantero belga, desde el suelo, consiguió batir a Onana. El Chelsea solo tuvo que aguantar los cuatro minutos de prolongación para llevarse la victoria del Johan Cruyff Arena y para apretar la pelea por conseguir el pase a los octavos de final de la Champions League.