Cualquier día es bueno para recordar alguna de las hazañas de Leo Messi, pero este viernes es especial para él y para toda la familia 'culé'. Fue un 6 de abril de 2010 cuando el delantero argentino estampó su nombre y su sello en la historia del Barcelona en uno de los partidos que jamás olvidará en su carrera. Once años hace ya de aquel póker que puso en pie al Camp Nou y que acabó con Messi sentado, presentándose otra vez al mundo.
El partido de ida fue en el Emirates Stadium, en el que Messi no logró mojar y sí lo hizo por partida doble Ibrahimovic para colocar le 0-2. Sin embargo, Walcott y Fàbregas se encargaron de poner un empate que, aun así, daba ventaja al Barcelona.
El resultado fue lo de menos porque a Messi le dio absolutamente igual. Era su noche y nadie se la iba a quitar. El Camp Nou gritó cuatro veces Leo para dejar el global en un 6-3, y eso que Bendtner dio la sorprensa en el templo azulgrana con el 0-1.
A Messi se le encendió la bombilla en el minuto 21 y no se le apagó hasta que metió al Barcelona en semifinales. En el primero reventó la portería de Almunia con un disparo a bocajarro desde el balcón del área, en el segundo recogió un balón muerto en el punto de penalti para picársela, lo mismo pasó con el tercero y el cuarto fue una obra de arte: quebró al primero, amagó para dejar tirados a dos defensas y en el rechace batió a Almunia por debajo de las piernas.
Messi y el Camp Nou explotaron de alegría en una noche mágica que este 6 de abril se recuerda tras haber pasado once años por encima de aquella estelar actuación de la 'Pulga'.
April 6, 2021