Volvió un gran Barcelona que duró 45 minutos. En la segunda mitad, un regulero Barça se vio encerrado por el Levante. El que estuvo a gran nivel de principio a fin fue Ansu Fati.
Con un nuevo récord de precocidad incluido, el canterano azulgrana se erigió como el hombre más importante del partido con la ayuda de Leo Messi en sus dos goles.
La conexión entre el argentino y la perla 'culé' ya es total. Ambos se fundieron en un abrazo que recordó a la icónica imagen de Leo con Ronaldinho. Los comienzos de una nueva dinastía y el traspaso de poderes.
Más allá de los dos tantos, ambos entre las piernas de Aitor y a pase del rosarino, el futbolista de 17 años volvió a demostrar todo su desborde siempre pegado a la banda izquierda.
Encaró, se asoció y no paró de percutir ante la defensa del Levante. En la segunda mitad tuvo menos incidencia del mismo modo que el Barcelona dejó de controlar el partido.
Aun así, estuvo cerca de agrandar aún más el comienzo de su leyenda. Ansu pudo hacer el tercer tanto del conjunto azulgrana en un remate acrobático de chilena que no vio puerta por poco.
Cuando fue sustituido a falta de tres minutos para el final del tiempo reglamentario, el Camp Nou se rindió a los pies de su joven estrella que ya no es del futuro, está muy presente.