La temporada había comenzado siendo muy prometedora para el Rostov. Ganó sus dos primeros partidos, en especial el segundo, ante el CSKA en Moscú.
En Rostov del Don ya soñaban con grandes cosas este curso, pero entonces llegó la visita dle Krylia Sovetov y todo cambió. Una derrota por 0-1 que fue como un mazazo. Como cuando suena el despertador a las siete de la mañana para ir a trabajar.
Había que cambiar la actitud. El Rostov sabía que de nada valía lamerse las heridas, regodearse en su desgracia. Tocaba levantarse, sacudirse el polvo y seguir hacia adelante hacia la victoria.
La siguiente jornada recibió al Yenisei, y entonces todo cambió. El equipo ganó por 4-0, pero el CM del club se percató de una cosa muy curiosa que ocurrió en las gradas durante la celebración de uno de los goles.
19 de agosto de 2018
Un aficionado celebró el tanto agitando al viento una pesada alfombra típica. Sí, no una bufanda con los colores del club, ni siquiera una bandera. Una alfombra. Cómo la metió al campo es otra historia que merece ser investigada y contada.
El club le dio bola y las redes sociales hicieron el resto. Tanto revuelo se armó que el Rostov, primero en broma, luego en serio, pidió que le encontrasen esa alfombra, y a sus fanáticos dueños.
20 de agosto de 2018
Los aficionados disfrutaron en primera persona de un entrenamiento de sus ídolos y explicaron que llevaron la alfombra al campo con la idea de que se convirtiera en el amuleto del equipo.
El resto, es historia. El club recibió en pocas horas 500 reservas para esta horriblemente mítica cuarta equipación. Y si hacen una tirada de un millón, un millón venderán.