Rayo Vallecano y Levante iban a ser los mejores delanteros del Cádiz ante el Real Madrid. El cuadro amarillo tuvo muchas más ocasiones que los blancos y, si nos atenemos al merecimiento, por calidad y cantidad de llegadas debió incluso golear a su rival. Pero parecía que serían los rivales de Mallorca y Alavés los que, puntuando, iban a permitir que los andaluces dependieran de sí mismos en la última jornada. Pero el gol de Abdón en el añadido lo cambió todo.
En lo que al choque se refiere, no pudo empezar peor la tarde para los de Sergio González. En el 5', Rodrygo se inventó una jugada maradoniana por la izquierda que acabó en el 0-1. El brasileño se fue de todos pegado a la cal y comenzó a virar en dirección al área. Allí se coló mientras que las camisetas amarillas iban quedando atrás a su paso. Ya cerca del área chica, cedió la bola a Mariano, en boca de gol, quien, de primeras y con la izquierda, puso el 0-1.
Pese a ello, la sensación era de que el Cádiz, de nuevo, merecía más. Pero este guion ya se ha visto alguna vez: el grande, con poco, mata y el menos grande, con el apoyo de su gente y con llegada sobre llegada con cierto peligro, necesita mil estocadas para hacer sangrar a su rival.
Negredo, Lucas Pérez e Idrissi pisaron el área del Madrid más de lo que han pisado las de sus contrincantes casi en todo el año. Pero ese batiburrillo de llegadas, que no siempre se convertían en ocasiones, morían en intentos de centros despejados por Nacho y Militao o en disparos con más intención que razón que solían encontrar también piernas rivales que acababan con sus esperanzas.
El Cádiz goleó al Madrid en córneres e incluso le hizo sufrir en estos lanzamientos, pero no terminaba de llegar el gol. Mientras, Ledesma salvó el 0-2 con un disparo raso de Asensio y Rodrygo, ya en la media hora, conectó un derechazo desviado que buscaba el palo izquierdo de Conan.
Fue todo lo peligroso de un equipo que hizo bueno el refrán del cántaro y la fuente. Los amarillos, al final, encontraron recompensa con acciones cada vez más claras y que a nadie debería extrañar que hubiesen llevado la remontada al marcador antes del descanso.
Tanto fue el cántaro a la fuente...
En el 36', Lunin tuvo que sacar una mano abajo en un mano a mano con Idrissi. Este le pegó al segundo palo en un mano a mano y, con la punta de los dedos de la palma izquierda, salvó el empate el ucraniano. Pero un minuto después, llegó el 1-1 y ahí sí que no pudo hacer nada.
Rubén Sobrino hizo soñar a su afición con un zapatazo en el área que, tras tocar en la espalda de Militao, se coló en la meta de Lunin tras dar en el larguero. Es delicado hablar de justicia en el fútbol, pero, como poco, a nadie podía sorprender que el Cádiz se fuese al descanso, como poco, sin perder.
Aprovechó el arreón el equipo de Sergio, que se volcó y obligó a Nacho a sudar de lo lindo con un par de acciones peligrosas que despejó el '6'. El Madrid respiró con un cabezazo de Militao tras una falta de Kroos, pero de nuevo tuvo que suspirar por una clara ocasión que perdonaron los amarillos. Lucas Pérez se aprovechó de un resbalón de Militao, se coló hasta la cocina por la izquierda y en el área, en vez de tirar, buscó a un Negredo que le sobrepasó sin esperar la bola.
Al descanso, era complicado saber si el punto era o no bueno para el Cádiz. Dependía de otros dos estadios y solo valía llegar a la última jornada dependiendo de uno mismo. Le sirvió en muchos momentos, aunque Abdón Prats estropeó el final para los andaluces.
Ni de penalti
Poco se le pudo reprochar al Cádiz en la primera parte y menos aún en la segunda. Bueno, sí. La falta de acierto, claro. Y es que ni de penalti pudo encontrar el gol que habría cambiado, y mucho, las cosas de cara a la última fecha.
Fali lo intentó con un par de disparos desde fuera del área antes de que, en el 60', Lunin derribase a Negredo tras un gran pase al espacio de Lucas Pérez. Mateu Lahoz señaló la pena máxima, pero esta no fue tanta pena para el Madrid gracias al meta ucraniano. Negredo tiró a la izquierda del portero, pero aparecieron los dedos de Lunin para salvar el tanto con una gran estirada.
El partido, tras el fallo, se convirtió en un correcalle que, aunque con más presencia amarilla, pudo caer para cualquier lado. Mariano conectó una volea fuera, mientras que Negredo tiró mal, a los pies de Lunin, cuando tenía una posición para un resultados mejor. Y Asensio también lo intentó en la otra portería con un zurdazo que atrapó Ledesma en dos tiempos.
Parecía 'conformarse' (más por imposibilidad de marcar que por no querer llegar) con el punto el equipo local. Las noticias eran buenas en Mallorca y Valencia. El Rayo empataba con los baleares y el Levante se imponía al Alavés. Sin embargo, un gol de Abdón en el añadido tiró por tierra los planes amarillos.
El mazazo se notó también en el césped. El Madrid apretó en el añadido y tuvo hasta tres llegadas claras. Ledesma sacó un tiro ajustado, Latasa remató alto ese mismo córner y Kroos probó suerte con una vaselina que se fue por encima del larguero del portero. Pero faltaba la polémica como guinda del choque.
Mateu Lahoz parecío señalar falta sobre Fali en la frontal, una infracción de Carvajal que se veía dentro del área. Sin embargo, lo que pitó fue el final para sorpresa de los presentes. El lateral impactó con Fali, pero tocó antes balón para dar motivos a unos y otros en las discusiones pertinentes.
Al final, el Cádiz se queda tercero por la cola y deberá depender de lo que haga el Mallorca en El Sadar ante Osasuna. Los de Sergio, por su parte, finalizarán el año y se jugarán la permanencia ante el Alavés, descendido tras perder frente al Levante.