No hay que dar a la Roma por muerta y mucho menos si está Dybala en el campo. El conjunto dirigido por José Mourinho se vio contra las cuerdas en su encuentro de vuelta de los cuartos de final de la Europa League.
Y es que, cuando la 'Loba' ya se relamió la prórroga gracias a un tanto con incertidumbre de Spinazzola, el cuadro neerlandés no había dicho aún su última palabra. Igor Paixao puso el Olímpico patas arriba con su tanto.
La Roma no dejó de remar y se fue hacia arriba en busca del tanto que forzase el tiempo extra. Y en el 89', más épico, imposible, el cuadro de Mourinho consiguió su premio.
Dybala recibió en el interior del área un pase de Pellegrini y el argentino frotó la lámpara. Controló el esférico, se tiró un reverso de maravilla para superar a su par y cruzó el esférico ante Bijlow para hacer el 2-1 que daría lugar a la prórroga.