El centrocampista marfileño Yaya Touré sigue dando los últimos pasos de su carrera en el fútbol asiático. Desde China, el futbolista ha querido hablar de lo sucedido en el último parón internacional, con el bochornoso ejemplo del partido entre Bulgaria e Inglaterra, un país que conoce bien.
"La FIFA habla, pero el racismo continúa. Esto me inquieta y me enfurece", dijo el futbolista del Qingdao Huanghai, que animó a los jugadores a tomar la sartén por el mango: "Los jugadores son quienes deben reaccionar, si ellos no toman medidas, los racistas seguirán existiéndo".
Yaya Touré se mostró partidario de que los futbolistas abandonen el terreno de juego siempre ante situaciones como la sucedida en Bulgaria. "Es una vergüenza, todo es hablar y blablabla, pero luego nada cambia", continuó el ex de Manchester City o Barcelona.
El jugador africano comparó el fútbol europeo con el chino, en el que ahora se desempeña, y valoró el respeto de los asiáticos: "He descubierto una cultura con una mentalidad muy diferente a la de Europa, aquí existe el respeto que allí falta".