No hay tiempo que perder. El 'Toto' sabe que cambiar el chip de los suyos no es fácil, tampoco asumir su metodología de trabajo, por ello cada entrenamiento es una paliza con continuas instrucciones a los suyos.
Quiere que el estilo y los nuevos automatismos se asuman cuanto antes. Por eso está insistiendo. Por ejemplo, en la salida del juego desde atrás, tarea en la que tanto Íñigo Martínez como Yeray tienen bastante trabajo por delante.
Eso sí, cada labor específica es, a la vez, tarea de todos. Quiere Berizzo que cada cual sepa cómo trabaja el compañero para que esa respuesta sobre el terreno de juego sea fluida y real.
Se está viendo un Berrizo muy hablador e intenso, algo que también refuerza que su operación tras un delicado cáncer es parte del pasado.
Era lo que se esperaba del entrenador argentino y apenas ha necesitado unos entrenamientos para empezar a mostrarlo.