La final ante el United, un reto más allá de lo deportivo

La final pone en valor el trabajo deportivo y organizativo del Villarreal y una de las parcelas a tener en cuenta es la del desplazamiento del equipo y de los seguidores que puedan desplazarse en tiempos de COVID-19.

El club castellonense afronta el reto deportivo con el objetivo de levantar su primer título, algo por lo que lucha desde hace dos décadas, aunque sus recursos no sean comparables a los clubes con mayor potencial y experiencia.

A la exigencia deportiva se une la organizativa, para la que el club goza de la infraestructura necesaria, que en el capítulo de desplazamiento de aficionados a la final deberá coordinar a 2.000 seguidores.

Aunque no se trata de un viaje masivo, en el contexto actual, la organización es complicada, aunque el Villarreal cuenta de herramientas para desarrollarla.

Desde hace años todos los desplazamientos que lleva a cabo el club, ya sean generales de la entidad como particulares de sus miembros, se organizan allí, al igual que los del equipo y los de sus seguidores, en colaboración con una agencia de la ciudad y otra de carácter nacional.

El Villarreal permite habitualmente a sus aficionados acompañar al equipo en sus viajes de liga, con la opción de hacerlo en el avión del club, junto a los jugadores y con el hospedaje en el mismo hotel del equipo, aunque las condiciones de esta final serán diferentes.

Desde esta agencia se han diseñado desplazamientos masivos como el de los 3.000 seguidores que acudieron a Murcia, los 10.000 a Barcelona en la campaña 12-13; o los casi 4.000 que viajaron a Liverpool en 2016 para ver las semifinales de Europa League.

Todo ello ofrece experiencia para preparar este viaje a Polonia, en el que el número de acompañantes es menor y en el que la principal complicación proviene de la pandemia, por lo que el desplazamiento necesita una logística mayor (PCR, menos aforo en aviones y autobuses y permisos).

Ahora se ha solo el precio de los vuelos en el día con un precio de quinientos euros, con los que el club asegura que no va a ganar dinero.

Los seguidores deberán pagar su entrada y su PCR, aunque contarán con una rebaja en esta prueba negociada por la entidad. Fernando Roig ha asegurado que la idea es ajustar el precio para que sea lo más accesible posible.

El club asegura que contar con una agencia de viajes es más por logística, facilidad y comodidad, que por la cantidad de negocio que puede generar.

Lo que consigue el Villarreal con su agencia es no depender de empresas externas y contar con un servicio ligado directamente al club, el que controla cada desplazamiento y su organización.

Javi Mata