Atendiendo a motivos de seguridad y para evitar coincidencia de aficionados de ambos equipos en las gradas, el Valencia solicitó en la taquilla en DNI a los aficionados para identificar a los aficionados del Hércules, cuyas entradas ya habían sido concedidas por el club valencianista al herculano con antelación.
"Una vez escuchada la argumentación de los dirigentes del Valencia estamos plenamente convencidos que la decisión fue tomada estrictamente por motivos de seguridad y para evitar posibles incidentes dentro del estadio, en el marco del Reglamento de Prevención de la Violencia", dijo Moya en un comunicado.
Sin embargo, añadió que la fórmula empleada "no ha estado, de ninguna forma y como reconocen desde el propio club, la más acertada, puesto que supone una discriminación por el lugar de nacimiento y una generalización arbitraria y sin ningún criterio de la sospecha de potenciales provocadores de actos violentos".
"Además, a pesar de que el Valencia CF puede ejercer su derecho de admisión, se tiene que hacer atendiendo lo que dispone la Ley de Espectáculos Públicos de la Generalitat, extremo que no se ha producido en esta ocasión", agregó el director general de Deporte.
Moya lamentó que este incidente haya supuesto un enfrentamiento entre los clubes y las aficiones de dos de los equipos históricos del fútbol del Comunitat y rogó que comiencen "una vía de diálogo constructivo y que, a pesar de la defensa legítima de sus intereses particulares, sean capaces de anteponer los valores inherentes al deporte".