Sus inicios en el Benfica hacían apuntar a que sería uno de los nombres a tener en cuenta en la élite europea durante los próximos años. Con solo 18 años ya era titularísimo en el conjunto luso, llegando a superar la treintena de partidos en una sola temporada.
Su fantástico año en Portugal no pasó desapercibido en Múnich, donde el Bayern apostó por él -desembolsando más de 30 millones de euros-. Su primera temporada en Alemania, con muchos altibajos, creó dudas en la institución, que decidió que se marchara cedido.
El fútbol británico fue su destino, concretamente el Swansea, donde el centrocapmista no acabó encontrando su sitio -disputó 862 minutos-. Su irregularidad le hizo desaparecer también de las convocatorias con la Selección Portuguesa, con quien levantó la Eurocopa de 2016 en Francia.
En su regreso a Múnich este verano, Renato parece haber recuperado aquellas sensaciones. Regreso a su combinado nacional y comenzó a tener mayor protagonismo en el Bayern. El club, por su rendimiento en los últimos partidos, le ha concedido el galardón al mejor jugador del mes.