La Copa Libertadores entró en su fase decisiva con el comienzo de los octavos de final. El destino deparó que dos grandes del fútbol brasileño y argentino se volvieron a reencontrar. Pero esta vez, las cosas fueron muy diferentes entre Corinthians y Boca Juniors.
Igualdad y justicia son dos palabras que bien pueden definir lo que dieron de sí los 90 minutos. No hubo ningún dominador claro y los dos equipos tuvieron sus oportunidades para dar el primer golpe en la eliminatoria.
Tras los primeros minutos de tanteo, los dos conjuntos comenzaron con los avisos serios. Bendetto fue el primero en sacar la cabeza a pasear, pero, ni corto ni perezoso, Giuliano casi logra controlar el pase filtrado de Guedes desde el borde del área.
Los minutos finales del primer tiempo dejaron demasiadas interrupciones por falta. Y tanto juego brusco acabó derivando en un penalti, un tanto infantil, de Marcos Rojo. Rossi y Roger Guedes se citaron desde los once metros, pero el argentino le ganó la partida al brasileño con una genial estirada.
Lejos de ser distinta, la segunda mitad siguió el guion de la primera y el ritmo fue frenético. En apenas un minuto, Cortinthians avisó con una doble ocasión que acabó desbaratando Marcos Rojo a bocajarro y desde el suelo.
El choque siguió en tierra de nadie y con varias ocasiones de gol que erigieron a ambos guardametas como los grandes protagonistas del partido. Cássio se mostró muy seguro bajo los tres palos, mientras que Rossi impuso en el área para alejar el peligro de su área.
Villa y Zeballos descolocaron totalmente a la zaga del 'Timao' por las bandas, aunque los remates de Benedetto no llegaron a ser certeros. Sin embargo, el cansancio comenzó a hacer mella en el cuadro dirigido por Vitor Pereira y Boca disfrutó de sus mejores minutos sobre el campo.
El tiempo se agotaba y el marcador seguí sin moverse. Las ideas comenzaron a fallar y las prisas por desequilibrar la balanza aparecieron. Uno por otro, y la casa sin barrer.
No hubo tiempo para más y el colegiado dictaminó el fin de las hostilidades. Unos 90 minutos de donde no salió ningún vencedor y que cedió a La Bombonera el poder de decidir al ganador en una semana.