El Real Madrid ha hecho parte de sus deberes con las vacaciones de verano recién iniciadas y el mercado en su fase inicial. Hasta cinco jugadores ha abrochado la disciplina blanca, entre los que destaca por encima de todos Eden Hazard. Además, antes quedaron cerrados Rodrygo o Mendy y Zidane, que quiere más, colmó algunas de sus aspiraciones con Mendy y Jovic.
Un poco de todo, una macedonia de buenos y jóvenes futbolistas llamados a renovar un proyecto diezmado en su última temporada. Las aspiraciones vuelven a ser máximas, sobre todo con el aura del galo en el banquillo. Ahora, más allá de una 'Operación Salida' que no será sencilla, Zidane quiere la guinda del pastel.
Y ella pasa por dos nombres, ambos compatriotas: Pogba o Mbappé. El primero, sin duda, está más cerca que el delantero del PSG. Incluso 'Mirror' habla que la distancia entre Old Traffod y el Bernabéu está en 17 millones. Pogba solo piensa en blanco y Zidane, que le colmó de halagos, suspira por él.
El Madrid cocina este fichaje a fuego lento, consciente de que aún queda verano y de que la presión de Pogba es real. El United no jugará la próxima Champions y eso supone un bajón tremendo para el centrocampista, que vivió en una montaña rusa la última campaña, en la que incluso llegó a ser despojado de la capitanía con Mourinho al mando.
Con la intención real de hacerse con Pogba por delante, el Madrid espera lo que pueda pasar por Kylian Mbappé, el gran sueño de la entidad y también de la afición. Al delantero se le escapa una sonrisa cuando le preguntan por su posible salto al Bernabéu, pero solo él tiene la llave para que el cambio se produzca. Lo último que se pretende es una confrontación con el cuadro parisino.
En el Bernabéu confían en que Mbappé, con su padre como el eje de las operaciones, fuerce la maquinaria y ponga al PSG entre la espada y la pared. Ya ha ido dejando migas por el camino, pero un traspaso de esta magnitud necesita más capítulos por cumplimentar. Pogba o Mbappé, Zidane quiere su guinda.