Uno de los tópicos del mundo del fútbol asegura que un jugador siempre suele marcarla a su anterior equipo. Cierto es que se cumple en muchas ocasiones, pero Mbappé parece ser uno de esos jugadores que no siguen las reglas.
Se marchó del Principado después de un traspaso millonario que todavía colea en París. Cuajó un gran año en el PSG en su primera temporada, donde consiguió marcar 21 goles y repartir 15 asistencias en 44 encuentros.
Tras eso, se marchó a Rusia con la Selección Francesa, donde brilló por luz propia en la consecución del título de la Copa del Mundo por parte de los galos. Y con cierto protagonismo.
Ahora, tras un arranque perfecto de su equipo en la Ligue 1 -doce victorias en doce encuentros- se enfrentará al que fuera su equipo, el Mónaco, que vive una situación agónica en este comienzo de temporada.
Enfrente espera Thierry Henry, el técnico que ha tomado las rindas del cuadro del Principado, pero que tampoco ha conseguido alzar el vuelo. Y Mbappé tiene entre ceja y ceja romper su inmunidad con la 'ley del ex', algo que no ha conseguido en los tres partidos en los que se ha enfrentado a su ex equipo con la camiseta del PSG.