Madrid y Barcelona están tan felices que les cuesta contener las lágrimas, al tiempo que Mathieu y Coentrao se alejan, metidos en el saco del Sporting de Lisboa.
Pero no todo es felicidad a este lado de la frontera hispanolusa. Hay alguien a quien le va a costar superar su marcha, a Tabacalera. Y es que la publicidad gratuita que le hacían este par de individuos al tabaco no tenía precio.