No hay forma de que Roberto Mancini cambie la dinámica de la Selección Italiana, sumida en una importante crisis de identidad y resultados. Nadie dijo que fuera a ser fácil, pero lo cierto es que el técnico italiano no está siendo capaz de cambiar el panorama. Ante Ucrania, la 'Azzurra' solo pudo empatar.
Todo en un amistoso que sirvió para homenajear a las 43 víctimas del derrumbe del puente Morandi el pasado mes de agosto en Génova. Incluso se detuvo el partido en el minuto 43 en un acto cargado de emoción. Fue lo más destacado de una primera parte que se escapó sin goles pese a los intentos de Italia.
Comenzó con buenas intenciones los hombres de Mancini, pero Insigne y Bonucci no atinaron en el camino hacia el gol. Después, el veterano Pyatov tuvo que lucirse a disparos de Chiesa y nuevamente de Insigne, que ocupó la posición de 'falso 9' y fue un incordio para la zaga del cuadro dirigido por el mítico Andriy Shevchenko.
Ya en el segundo acto, fue Bernardeschi el que adelantó a Italia en el 55' con un zurdazo seco desde la frontal. Pyatov se estiró y tocó el balón, pero éste tomó una extraña parábola hasta besar las mallas. Reaccionó pronto Ucrania y, siete minutos después, Malinovsky igualó con una buena volea dentro del área.
El golpe fue injusto, ya que Ucrania apenas había aparecido por las barbas de Donnarumma. Sin embargo, Italia no reaccionó e incluso se pudo marchar del partido con una sonrojante derrota. Lo evitó el travesaño después de un duro lanzamiento de falta de Malinovsky, que hizo tragar saliva a un Mancini que tiene mucho trabajo por delante y cada vez menos crédito.