Italia siempre fue una de las temidas selecciones a nivel mundial. Al margen del debate sobre si su juego era más o menos convincente, los éxitos deportivos de la 'Azzurra' siempre fueron innegables... hasta ahora.
En el debut de la Liga de Naciones, los transalpinos estuvieron un buen rato por detrás en el marcador. Zielinski adelantó a los polacos en el 40' y Jorginho, tras un penalti más que discutible de Blaszczykowski sobre Chiesa, puso el 1-1 definitivo en el 78'.
Por las formas, podría ser la Italia de siempre. Un equipo que pocas veces brilló, pero menos aún decepcionó a la hora de competir. Clasificaciones en fase de grupos con empates y dudas; victorias pírricas y apurando el crono; o, simplemente, más nombres y futbolistas que juego. Pero, casi siempre, Italia cumplió.
Sin embargo, ahora parece haber cambiado la historia. El combinado europeo no solo defrauda sobre el césped, sino que ahora también lo hace en la tabla. Por si no fuera poco el haberse quedado fuera de un Mundial después de 60 años, su estreno en la Liga de Naciones no pudo dejar más dudas.
Y, al ver la nómina de jugadores, aún extraña más esta epidemia que lleva años azotando a la Selección Italiana. Donnarumma, Bonucci, Chiellini, Jorginho, Balotelli, Insigne, Bernardeschi, Belotti o Immobile (no jugó) son efectivos de nivel 'top', pero, ni de lejos, rinden con Italia como con sus clubes.
Para más inri, si alguno de los 'cracks' transalpinos estuvo a su nivel fue el portero del Milan. Y ya se sabe, cuando el mejor es tu portero, algo falla.
Mancini, que se estrenaba en el banquillo, tiene mucho trabajo por delante para recuperar la esencia de un equipo que hace tiempo que no ocupa el lugar que aún muchos le reservan en el Olimpo futbolistico.
Desde que fuese vapuleada por España en la final de la Eurocopa de 2012, y tras caer en la fase de grupos en el Mundial 2010 y no pasar de cuartos en la Euro 2008, sus participaciones en grandes torneos ha dejado mucho que desear.
Así, en la Confederaciones 2013 dijo adiós a las primera de cambio; en Brasil 2014 quedó eliminada en la primera ronda; y en 2016, al menos, logró llegó a cuartos de final. Alemania, en penaltis, mandó a casa a los italianos en su última actuación decente.
Su ausencia en Rusia terminó de completar una década más que dubitativa a la que, de momento, no parece haberle puesto fin.