Zaniolo es uno de los nombres que más suenan en Italia, y con razón. El futbolista de 19 años fue titular ante el Torino y abrió la lata en un partido que se antojaba difícil.
Todo nació de un balón aéreo hacia línea de fondo. Desde allí, un compañero se la cedió a Zaniolo y este, tras un control forzado y una media vuelta, disparó con potencia, pero el balón se estrelló en el portero.
Al estar en una posición muy forzada, Zaniolo se cayó al suelo en el momento del remate, pero viendo que el balón volvía hacia él, apoyó su brazo izquierdo en el suelo con rapidez para incorporarse.
Estiró su pierna derecha para parar la bola y aprovechó ese momento para levantarse de manera súbita. En un parpadeo, se dio la media vuelta y conforme lo hacía, soltó un trallazo, cayéndose de nuevo, que esta vez sí entró. No se dio por vencido y sumó su segundo gol de la temporada.