Una de esas jugadas que el responsable ve repetida una y otra vez. A los 16 minutos del primer tiempo del partido entre General Díaz y Guaireña, todos los pitos se lo llevó el portero.
Sin motivo aparente, Serdán recogió la pelota, se dirigió a su propia área y, lejos de despejar, tardó demasiado e hizo que Salcedo, delantero rival, pudiera quitarle la pelota al ver que el arquero se tropezó con ella.
Un gol casi cómico que dejó con cara de pocos amigos al cancerbero, que recibió el apoyo de sus compañeros. Por suerte para sus intereses, su equipo pudo rescatar un punto.
24 de febrero de 2020