Sin embargo, Arsenal la tuvo al final, en una jugada que quedará para el recuerdo por su desenlace. Todo llegó a través de un córner que, por suerte o desgracia, no acabó en gol.
El saque de esquina fue dirigido al punto de penalti. Allí, un atacante logró cabecear el esférico pero el guardameta consiguió despejarlo, alejando el peligro momentáneamente.
Después llegaron una serie de rebotes que enfilaban la meta defendida por Andrada. Una correlación de fallos y aciertos de la defensa que acabó con un final feliz para Quilmes.
En el vídeo, la reseñada jugada comienza a partir del minuto 5:13.