La Junta ha señalado en un comunicado que "este tipo de sucesos no tienen ninguna cabida en el sistema deportivo", ha deseado una pronta y satisfactoria recuperación para el futbolista agredido y ha calificado estos comportamientos como "un ejemplo nefasto para el conjunto de la sociedad" y especialmente para los menores.
Estos comportamientos por parte de jugadores o de aficionados "representan justo lo contrario a los valores que debe trasladar el deporte, en cuanto a convivencia y respeto", ha sentenciado el Gobierno andaluz.
"Ningún resultado deportivo, sea cual sea, justifica un acto de estas características", ha señalado la Consejería, que ha reafirmado su compromiso por luchar contra la violencia, el racismo, la xenofobia, la intolerancia y las conductas sexistas en este ámbito, a través de las medidas recogidas en la nueva Ley del Deporte.
Por ello, la Consejería va a crear un grupo de trabajo con los clubes, federaciones, colegios de árbitros, asociaciones de padres y madres, Instituto Andaluz de la Mujer y otros colectivos, con el objetivo de "erradicar estas patologías del deporte", así como crear un sello de calidad que reconozca las buenas prácticas.